HISTORIA DE MUÑOPEDRO ( Segovia)
Nada se sabe del momento exacto de la fundación de Muñopedro como lugar habitado, pero el hecho de tener en su toponimia precisamente el nombre del repoblador (Muño hijo de Pedro), deberemos situar su aparición en periodo de la reconquista, pues era bastante habitual poner su propio nombre al lugar concedido para repoblar después de que el territorio había sido ya reconquistado. Dado que estas tierras fueron reconquistadas y repobladas definitivamente a finales del siglo XI, lo más probable que este poblamiento surgiera en el transcurso del siglo XII. Muñopedro pertenece a la Comunidad de Ciudad y Tierra de Segovia, estando enclavado dentro del Sexmo de San Martín.
La historia de Muñopedro está íntimamente ligada a la Abadía de Párraces, al igual que la de los pueblos Bercial, Marugán, Sangarcía, Etreros, Cobos y Aldeavieja (hoy perteneciente a Ávila). La Abadía de Párraces comienza su andadura a finales del siglo XI o principios del siglo XII cuando unos canónigos de Segovia que siguen la regla de San Agustín obtienen estos terrenos, consiguiendo también la adhesión y cobro de diezmos a los pueblos ya citados, incluido Muñopedro. Con Felipe II, en el siglo XVI, la Orden Jerónima va a quedarse con la Abadía ya dependiente de El Escorial. En el siglo XIX la Abadía sufrió la desamortización de Mendizábal y pasó a manos privadas perdiendo todas sus posesiones y derechos, convirtiéndose en una finca agrícola.
A finales del siglo XVI, Muñopedro y Chavente sumaban unos cuatrocientos habitantes, de los que uno era clérigo. Chavente es uno de los numerosos núcleos de población fundados en la Edad Media que salpicaron el extenso territorio de 87,20 kilómetros cuadrados que tiene hoy el término de Muñopedro.
Durante mucho tiempo los habitantes de Muñopedro tenían que ir a la iglesia de la Abadía a recibir los sacramentos, aunque ya se sabe que pronto tuvo una iglesia para el culto. Sus principales ocupaciones laborales fueron la agricultura de secano y la ganadería, aunque las labores de pinar y de monte también fueron siempre una ocupación para parte de los habitantes del lugar.
Muchos más datos nos ofrece el catastro del Marqués de la Ensenada de 1752. Puede leerse que Muñopedro es uno de los pueblos de mayor extensión de la zona, ya que incluye los poblados y despoblados de: Acedos, Moñivas, Peromingo, Muñico, Sancheznar y Chavente, hoy convertidos la mayoría de ellos en grandes fincas privadas. Señala este estudio que los cultivos que produce son muy parecidos a su entorno: cebada, trigo, centeno, algarrobas, garbanzos, vino, hierba, leña y madera.
Mención especial cabe destacar el lugar conocido como "Casa del Caballero", que era un rancho de esquileo de gran importancia durante siglos, donde más de 40.000 ovejas eran esquiladas cada año.
El ya muy conocido siglo XX nos deja datos relevantes de la historia de Muñopedro. Sus ocupaciones principales no variaron sobre los que han sido a lo largo de su historia: agricultura, ganadería, pinares... La llegada de la mecanización al campo en las décadas de 1960 y 1970, conllevó la fuerte emigración a zonas industrializadas o con mejores perspectivas laborales: Segovia capital, Madrid, Cataluña, País Vasco,... siendo también muy importante el número de personas que salían a Francia como temporeros o a Alemania con un carácter algo más permanente. Este éxodo masivo re refleja en los siguientes datos estadísticos: Muñopedro tenía en 1960 un total de 931 habitantes, mientras que el año 2014 tenía 342 habitantes.
Las fiestas principales de Muñopedro tienen lugar a finales de septiembre, celebrando a San Miguel Arcángel, y congregan a todas las personas vinculadas a Muñopedro. Durante estos días de fiesta las que peñas, toros y verbenas son los grandes protagonistas. También muy reseñable es el día de la Virgen del Buen Suceso, de gran devoción en el pueblo, que se celebra el primer fin de semana de octubre.
La iglesia parroquial está dedicada a San Miguel Arcángel, y se trata de una construcción barroca que ha sido muy reformada. En Muñopedro hay, además, varias ermitas. La que mejor se conserva es la llamada "Virgen del Buen Suceso". Esta construcción, restaurada en 1999, alberga un altar barroco y una hermosa imagen de la Virgen. Otra ermita es la de "Santa Ana" (siglo XVIII), un pequeño edificio de cierto interés artístico que no tiene culto y es propiedad privada. Muy relevantes son las ruinas de la ermita de San Pedro de Acedos, que en su origen fue levantada de fábrica de calicanto y ladrillo y la antigua iglesia de Modua (finca El Torrejón), ambas interesantes muestras del arte medieval.
